¿Conoces el origen del acompañamiento terapéutico? Aquí te comentamos una breve descripción sobre ello.
El acompañamiento terapéutico es un recurso que surge a principios de la década del ‘70 en Argentina. Se origina en el campo de los tratamientos de salud mental, en un contexto donde se buscaban nuevas alternativas terapéuticas para abordar patologías que anteriormente se consideraban “intratables” o que requerian únicamente de internación como tratamiento posible (psicosis, demencias, adicciones, etc.). Por lo tanto, surge de la disyuntiva que plantean algunos pacientes a la hora de trabajar con tratamientos “convencionales” y sus dificultades.
¿A qué derivó este planteo? Con el tiempo, estas ideas generaron nuevos paradigmas de salud mental, reflejados hoy en la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, que alude a estos novedosos agentes de salud.
Entonces… ¿Qué es un Acompañante Terapéutico (AT)? Hoy podemos decir que el AT es un profesional auxiliar de la salud, con la formación teórico-práctica adecuada para poder facilitar la atención integral en salud mental y discapacidad, promoviendo la continuidad de los tratamientos de forma ambulatoria.
Como todo profesional auxiliar, su trabajo se enmarca dentro de un equipo interdisciplinario (médicos, psicólogo, psiquiatra, etc). ¿Para qué? Para facilitar y mediar en la rehabilitación del paciente, la prevención de posibles recaídas, identificación de situaciones de riesgo y la promoción del vínculo entre el paciente y su entorno familiar y cotidiano. Todo esto en función de los objetivos a lograr, establecidos por el equipo de profesionales.
Ahora bien, ¿son los profesionales del equipo las únicas figuras con las que cuenta el AT? No. Además de esto, se suma la figura del coordinador y supervisor.
El coordinador tiene una presencia organizativa. Establece lo que muchos denominan “encuadre”. ¿Qué significa esto? Significa fijar horarios, días, honorarios; la presentación de informes y otros documentos a los profesionales tratantes del caso o a la cobertura de salud que corresponda. También ayuda a dar forma al plan de trabajo del o los acompañantes intervinientes.
Por otro lado, el supervisor es un agente externo importante que va a determinar la buena práctica profesional del plan de trabajo. Será un espacio donde el AT podrá compartir dudas, preguntas, miedos, etc. Además contribuye a prevenir el desgaste emocional y físico que es común en los agentes de salud.
¿Sabías que detrás del acompañante se encontraba toda esta red? Por todo ello, es importante contar con este conjunto de profesionales para poder garantizar el mejor trabajo posible en el tratamiento del paciente y el acompañamiento-participación de la familia.
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